Nunca nadie se alegro tanto al verte sonreír, nunca nadie lloro hasta secar las pestañas, nunca nadie descubrió tus mentiras sólo al mirar tus ojos, nunca nadie oyó palabras más bonitas que las tuyas, nadie más que yo. Comprendo que no me entendiste, comprendo que no fue tu intención dejarme ni hacerme daño, que también tenias otra vida a demás de la vida que vivías conmigo, que pensaste que el tiempo iba a borrar esas heridas pero yo nunca te pedí mas que te quedaras conmigo, que si en verdad me querías tanto como decías solo me digas un TE QUIERO más, otro para mi colección, pero sin decirme nada te fuiste y solo buscaste excusas para dejarme , en las cuales la culpa la tenía yo, y pase cada una de las noches siguientes pensando en qué había hecho, pensando en cómo fui tan tonta para dejarte ir, pensando en que debí cuidarte mas, en que hice las cosas mal, te metiste en mi mente y actuaste como una voz que lo único que hacía era hacerme responsable de mis propias lagrimas, y con el tiempo entendí que en algo tuve culpa, la culpa de creerte un príncipe para mi, y tan solo eres un sapo al que todas besan, el que a todas enloquece y enamora, pero el culpable de que todo este mal eras tú, llegué a odiarme por no dejar de amarte, por defenderte, por engañarme a mi misma para que nadie te juzgue para protegerme de las voces que me decían la verdad, las que me decían que había algo mucho mejor esperándome y que no debía anclarme en un solo lugar y mucho menos contigo, que lo bueno siempre espera a delante y que tu avanzabas y yo me quedaba con los recuerdos ,con las marcas que dejaste grabadas en mi ser, me costará olvidarte pero alguna vez lo haré y cuando otro me acompañe ya ni me acordare de ti, aunque siempre una marca tuya lleve mi ser.