Pudo ser y no fué Por ser la vida como es


sábado, 11 de agosto de 2012

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Cada vez que callamos una palabra somos débiles y cobardes a la vez. Porque callar una verdad solo puede significar miedo a lo que pase luego de hablar. Puede que si digo que te quiero me quedes mirando esperando a que diga que es broma, o puede tal  vez que no me dejes terminar la oración y me des un beso de película. Puedo dejar de pensarte o aceptar que ya no tengo remedio, que estoy hundida y no voy a poder salir por mas que quiera, porque he intentado olvidarme de tu cara, de tu voz pero la he pasado muy mal, te extrañe horrores y te dedique canciones, pero entonces te veo otra vez y todo vuelve a empezar, esa pausa entre tu boca hablando y mis ojos deseando que me besaras. Deseando animarme y deshacer esa amistad que la única función que cumple es ser una excusa para estar cerca tuyo, para que me abraces cuando lo necesite y me digas que me quieres , para que me sonrías en cualquier momento sin que yo lo espere, para que grites mi nombre para saludarme y me sorprendas. Es que te quiero tanto que ya ni se si es querer.

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